Como denunciamos públicamente a principios de semana, durante la primera mañana de exámenes de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), el tribunal del aula en la que un joven con discapacidad auditiva realizaba su prueba le obligó a quitarse los audífonos que necesita para oír.
Este hecho, que ha generado una fuerte reacción en la opinión pública y en los medios de comunicación, ha sido finalmente resuelto de manera favorable tras las intensas gestiones con la Universidad por parte del centro educativo de procedencia del alumno.
Tras hacerse público este caso, hemos recibido alguna otra denuncia sobre un hecho idéntico ocurrido en diferente Universidad y comunidad autónoma. Hemos podido constatar que muchas Universidades, a través de sus comisiones organizadoras de la PAU, aprueban instrucciones para su desarrollo que incluyen indicaciones sobre la prohibición de “dispositivos electrónicos”, “teléfonos móviles”, “auriculares”, “pinganillos” u otros “dispositivos auditivos no autorizados” durante las pruebas.
Sin embargo —y como no puede ser de otra manera— en ningún caso estas instrucciones indican que el alumnado con necesidades educativas especiales (NEE), usuario de prótesis, deba prescindir de ellas, ni que sea necesario solicitar previamente una autorización específica para su uso. Cabe recordar que este alumnado es presentado ya como tal por sus centros educativos, por lo que no debería existir duda al respecto.
Para evitar en el futuro interpretaciones arbitrarias de las instrucciones y prevenir nuevas vulneraciones de derechos, desde FIAPAS hemos iniciado gestiones con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y con las Consejerías responsables en materia de Universidades, solicitando la adopción de las medidas necesarias para garantizar los derechos del alumnado con discapacidad auditiva.