LAS MUJERES CON SORDERA NO SON CIUDADANAS DE SEGUNDA

Madrid, 6 de marzo de 2025.- Como cada 8 de marzo, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas-FIAPAS quiere hacer visibles las situaciones de discriminación a las que se enfrentan las mujeres con sordera, en particular aquellas que son usuarias de prótesis auditivas y comunican en lengua oral, poniendo el foco, en esta ocasión, en especial en el ámbito sanitario y, en concreto, cuando esto se produce en la atención ginecológica y asociada a la maternidad.

Si bien es necesario evitar generalizaciones, los testimonios de las mujeres con sordera que forma parte del Movimiento Asociativo de Familias FIAPAS muestran situaciones comunes que queremos destacar en este Día Internacional de la Mujer, ya que en España son más de 700.000 las mujeres que tienen una pérdida de audición de distinto tipo o grado, de las cuáles el 97% comunican en lengua oral y viven situaciones similares.

En primer lugar, muchas de estas mujeres que gracias al uso de sus prótesis auditivas son autónomas e independientes, coinciden en señalar que les invade un sentimiento de limitación de su autonomía cuando en un momento tan sensible y personal como es la atención médica y ginecológica se enfrentan a la falta de medidas de accesibilidad auditiva a la información y a la comunicación.

Así, en trámites asociados a la asistencia sanitaria, como solicitar una cita médica, muchas veces no cuentan con las medidas de accesibilidad que les permitan ejercer su derecho a la intimidad. De hecho, y aunque comunican en lengua oral, no disponer de canales de comunicación accesibles, les lleva a tener que recurrir a terceras personas perdiendo de esta manera su privacidad.  Así lo explica Clara: hace más de 9 años nació mi primera hija. Por aquel entonces tenías que depender de una tercera persona para pedir cita con cualquier médico o especialista. En cierto modo, nos vimos obligados a contar pronto que estábamos embarazados, sobre todo a nuestras madres quiénes eran las que solían llamar o recibir las llamadas de las citas sanitarias por nosotros. Hoy en día, todo es más sencillo con la App Salud Madrid o con la posibilidad de transcribir las llamadas.

Una vez en consulta, explican que viven de nuevo situaciones de vulnerabilidad. Mercedes manifiesta: siempre existe el miedo a no enterarte de lo que te hablan en la consulta. No existe ningún tipo de accesibilidad, ni conciencia personal en los sanitarios, por lo que resulta un poco agobiante y tienes que entrar acompañada por alguien, que a veces es un familiar. Otras, tienes que echar mano de amigos y no siempre quieres que gente ajena sepa de tus cosas íntimas.

A ello se suma que, en el proceso de embarazo y parto, las necesidades de las mujeres con sordera, sobre todo las de aquellas que usan prótesis no están contempladas, lo que les impide ejercer plenamente sus derechos fundamentales como ciudadanas, quedando a la disposición de otra persona. En palabras de Clara: en las clases de preparación al parto, le contamos a la matrona nuestra discapacidad y qué necesidades requeríamos. Supo cómo dirigirse a nosotros y en la parte de relajación, que se hacía con los ojos cerrados, la adaptó. No obstante, echamos en falta un grupo de padres que tuviera las mismas preocupaciones o miedos que nosotros para así compartir impresiones.

Otro momento crítico es la entrada en el quirófano o paritorio, lugar en el que los profesionales portan mascarillas y donde deben quitarse las prótesis auditivas atendiendo a la normativa sanitaria.  Para Mercedes en el momento del parto le acompañó su marido, siendo él su único apoyo para saber lo que le estaban diciendo y lo que estaba pasando. Clara, por su parte, de nuevo, tuvo que depender de un tercero:  tuvimos que pedir a la matrona en el parto que por favor se bajara la mascarilla para poder leerle los labios. No lo hizo, pero sí una de las enfermeras que nos iba dando las instrucciones en su lugar.

Todas estas situaciones se convierten en barreras que les hacen sentir más vulnerables e invisibles. Algo que se agrava con más profundidad en las primeras horas de su maternidad en el que tanto Clara como Mercedes exponen dos situaciones vividas con angustia. Cuando nació la hija de Clara se la llevaron sin decirnos nada (o no nos enteramos). Así que el padre fue tras ella, sin separarse en ningún momento. En el caso de Mercedes, su hija que nació con sordera, el personal sanitario le dio la información cuando estaba sola: cuando volvió mi marido, le mandé a hablar con el médico para que le explicará todo de nuevo, ya que yo me había perdido y no entendí el alcance de la situación.

Por ello, desde FIAPAS en este Día Internacional de la Mujer demandamos a los poderes públicos, las administraciones, las y los profesionales de la sanidad y a la sociedad en su conjunto que sean conscientes de esta discriminación en un momento de gran vulnerabilidad para cualquier mujer y pongan a disposición de las mujeres con sordera todos los recursos necesarios para asegurar la accesibilidad auditiva a la información y a la comunicación y, en definitiva, que dejen de ser ciudadanas de segunda.

SOBRE FIAPAS 

FIAPAS, entidad con implantación estatal, constituye la mayor plataforma de representación de las familias de personas sordas en España y trabaja desde hace más de 45 años en la defensa de los derechos e intereses de las personas sordas y de sus familias y la mejora de su calidad de vida.  

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