Este mes se cumplen 15 años de la aprobación de la Ley 27/2007 de lengua de signos y medios de apoyo a la comunicación oral. Una ley de todos y para todos, en cuya elaboración y desarrollo FIAPAS tuvo -y continúa teniendo- un importante y decisivo papel.
Esta Ley reconoce a las personas con sordera como titulares de derechos, sea cual sea su opción comunicativa. Tras consagrar el derecho de libre elección de lengua (bien sea lengua oral, bien sea lengua de signos) de todas las personas con sordera, la norma tiene un doble objeto de regulación: el aprendizaje, conocimiento y uso de la lengua oral (a través de medios de apoyo a la comunicación oral) y el aprendizaje, conocimiento y uso de la lengua de signos.
De este modo quedó claramente establecido un paradigma de igualdad de derechos y de trato a las personas sordas, usen la comunicación oral y/o comuniquen en lengua de signos.
La norma también rubrica el derecho de padres y madres a elegir la lengua materna, la lengua vehicular de enseñanza, y el modelo educativo que desean para sus hijos/as con sordera menores de edad.
En el caso de las personas sordas, como en el de cualquier otro ciudadano en nuestro país, es de aplicación el marco jurídico español en su conjunto, además lo es el específicamente dirigido a las personas con discapacidad, entre quienes se incluyen las personas con sordera. En consecuencia, y dentro de este marco, la Ley 27/2007 viene a complementar la regulación más específica de algunas cuestiones en relación con la disposición de los recursos de apoyo precisos para el ejercicio de sus derechos bajo el marco jurídico común.
Pendiente todavía el desarrollo reglamentario de esta Ley, desde FIAPAS hacemos un llamamiento para impulsar su aprobación, respetando la amplia base de consenso alcanzado cuando se elaboró la propia Ley, aunando los intereses, necesidades y derechos de todas las personas con sordera y de sus familias, como responsables del cuidado y la educación de sus hijos e hijas menores con sordera.