El 2025 llega a su fin, un año más en el que, desde FIAPAS, hemos trabajado por los derechos de las personas con sordera y sus familias. Y antes de dar la bienvenida a 2026, queremos volver a poner el foco en una reivindicación que define nuestra acción y que hicimos pública el pasado mes de septiembre, con motivo del Día Internacional de las Personas Sordas: el Derecho a Oír

Prevención, detección y tratamiento de la sordera a lo largo de la vida 

Nuestro Manifiesto comienza reivindicando la prevención y la detección precoz de la sordera infantil. Demandamos el acceso temprano a la estimulación auditiva y a la comunicación oral e incidimos ante la necesidad de mantener un sistema de vigilancia y protección a la salud auditiva a lo largo de la infancia y la juventud, mediante protocolos de detección precoz de sorderas postnatales. Además, reclamamos la necesidad de fomentar buenos hábitos de escucha que prevengan futuras pérdidas audición. Así lo visibilizamos en nuestra campaña ‘Que Lo Escuche Todo El Mundo’ de este año: DECIBELLIANS, la generación marcada por el ruido’. 

Del mismo modo, no podemos olvidar las necesidades de las personas mayores con pérdida de audición, ante lo que demandamos incorporar en la planificación de las políticas públicas el binomio audición-mayores como elemento básico y prioritario de los protocolos de prevención y atención a este grupo de edad. 

Para las personas con sordera, sea cual sea su edad, disponer de prótesis auditivas y de productos de apoyo que hagan funcional su capacidad de oír y garanticen la accesibilidad auditiva, es esencial para su salud, su educación, su bienestar, su inclusión y su participación. En definitiva, para el ejercicio de sus derechos, como persona, como ciudadano. 

Con todo ello, reivindicamos: 

  • El acceso universal a la prestación ortoprotésica sin discriminación por razón de edad. 
  • Programas de cribado y tratamiento de la pérdida de audición a lo largo de toda la vida. 
  • Políticas de salud pública y de prevención primaria. 
  • Productos de apoyo a la audición y otras tecnologías que hagan efectiva la accesibilidad auditiva, la información y a la comunicación oral. 
  • La incorporación de la accesibilidad auditiva en el ordenamiento jurídico de manera expresa. 

Consulta aquí nuestro Manifiesto del 2025 completo. 

Y es que, la falta de toma de conciencia y prioridad de la salud auditiva, su prevención, diagnóstico y tratamiento, ponen en riesgo el ejercicio pleno de los derechos, tanto de las personas que tienen sordera y sus familias, como de las que están en riesgo de tenerla. Por ello, seguir defendiendo el Derecho a Oír es hoy más necesario que nunca.