La Confederación Española de Familias de Personas Sordas – FIAPAS ha participado en el trámite de audiencia, abierto por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, para la elaboración del proyecto de Orden por la que se regulan los requisitos y el procedimiento para acreditar los centros, servicios y entidades privadas, concertadas o no, que actúen en el ámbito de la autonomía personal y la atención a personas en situación de dependencia en las Ciudades de Ceuta y Melilla.
Conscientes de que son muchas las personas en situación de dependencia que utilizan prótesis, órtesis y/o diversos productos de apoyo, FIAPAS ha reclamado formación para que los profesionales conozcan estos productos, su aplicación y uso por parte de las personas con discapacidad, así como acerca del manejo y mantenimiento necesario ya que la persona puede necesitar apoyo o asistencia por parte de los profesionales.
Por otra parte, la accesibilidad auditiva, a la información y a la comunicación para las personas con sordera, en cualquier entorno, es una prioridad. En este caso, FIAPAS se ha preocupado especialmente por los centros y espacios en los que concurren personas en situación de dependencia, cuya vulnerabilidad y dependencia se acentúan con la presencia de la discapacidad auditiva.
Incidencia de la sordera entre personas mayores
La sordera tiene una alta prevalencia entre las personas mayores, dado el envejecimiento natural del sistema auditivo. Aproximadamente el 30 % de la población entre 65-70 años presenta presbiacusia, alcanzando al 80 % de la población por encima de los 75 años. Además, debido a la contaminación acústica y al estilo de vida, se está provocando un incremento de estos problemas de audición propios de la edad en otras más precoces, en torno a los 50 años.
Por ello, es necesario no olvidar la importancia de los recursos de apoyo para la accesibilidad auditiva y el acceso a la información y a la comunicación que, en el caso de las personas mayores con sordera, contribuyen asimismo a evitar el aislamiento, la soledad y el deterioro cognitivo provocados por la falta de información y de motivación para la interacción con el entorno. Una buena audición consigue, además, prevenir caídas y desorientación espacial por carecer de referencias de fuentes sonoras, además de combatir el desarrollo prematuro de demencias u otros trastornos del estado de ánimo.