APLICARSE EN LO ESENCIAL

Tecnología, legislación… y algo más

Desde el ámbito de la Tecnología, la accesibilidad audiovisuales posible para las personas con discapacidad auditiva gracias a los recursos técnicos existentes, auditivos y visuales.

Será, por otra parte, desde un adecuado contexto normativo, con prescripciones e indicaciones precisas a operadores, distribuidores de contenidos, fabricantes, exhibidores? como se podrán aprovechar las oportunidades que nos brinda la Tecnología, garantizando así que todos los ciudadanos puedan disfrutar de la era digital en condiciones de igualdad efectiva y no discriminación en relación con la sociedad de la información y los medios de comunicación.

Los avances normativos garantizan la igualdad y no discriminación. Los avances tecnológicos facilitan, en este caso, el acceso a los soportes. Pero ¿cómo acceder a los contenidos?.

¿Cómo asegurar el auténtico acceso a la comunicación, a la información y al conocimiento?

A pesar de lo que aportan los avances sociales y del vertiginoso progreso científico y tecnológico -además de su significada necesidad- sólo podremos hablar de accesibilidad plena si se rompen las barreras de aprendizaje y conocimiento.

Para ello, existe una vía esencial y única: la lectoescritura. Y la adquisición y desarrollo de esta técnica instrumental para el aprendizaje autónomo pasa irremediablemente por la adquisición temprana de la lengua oral y la estimulación auditiva precoz.

Apliquémonos, por tanto, también en lo esencial, sin lo que todo lo demás será insuficiente o accesorio. Planifíquese en consecuencia, adecuada y ponderadamente, los recursos necesarios y más rentables para la integración y la auténtica vida autónoma de las personas sordas. Manteniendo en el centro del visor, especialmente, a las nuevas generaciones de niños, niñas y jóvenes con sordera, que tienen ante sí la oportunidad de profundizar en la Sociedad de la Información, adentrándose en la Sociedad del Conocimiento a través de la lectura y del aprendizaje autónomo.